“Es la peor gestión que ha tenido la ciudad”

De cara a los comicios al Concejo del 29 de junio, Eugenio Malaponte encabeza la lista Somos Vida, de Amalia Granata. Cuestiona con dureza a la Intendencia y a la Provincia. De origen radical, hoy se desliga de esa fuerza “cooptada por el narcotráfico, por la mafia”.

Eugenio Malaponte es un abogado de cuño radical, su padre, con el mismo nombre, fue diputado provincial y su abuelo fue vicegobernador del último jefe radical en la Casa Gris antes de Maximiliano Pullaro, Aldo Tessio, entre 1963 y 1966. Sin embargo, hoy reniega de su partido “cooptado por el narcotráfico” y es ferozmente crítico tanto de la gestión de Pablo Javkin como de la del actual gobernador. 

En el mismo tono altisonante, Malaponte se refiere al radicalismo de hoy como a las anteriores gestiones socialistas que, considera, “transformaron a Rosario en una narcociudad”. Lo dice un dirigente que en 2015 fue candidato a vicegobernador en fórmula con Mario Barletta en la interna del Frente Progresista Cívico y Social y luego candidato a intendente y concejal. 

Con esa carga explosiva de señalamientos se sumó a la lista Somos Vida, de la diputada Amalia Granata, y luego de superar las Paso competirá el próximo 29 de junio por una de las 13 bancas en disputa del Palacio Vasallo.

—¿Cuáles son tus perspectivas de cara a estas elecciones legislativas? 

—En mi caso las perspectivas son siempre las mismas. Es ingresar de una manera distinta a todo el resto, sin poner carteles, sin pagar a periodistas, de una manera democrática. Porque creo que si uno entra de la otra manera, con una estructura que se basa en plata y en la corrupción, después no te podés desmarcar de eso. Entonces, desde hace mucho tiempo que trato de ingresar en el sistema desde afuera. Tengo un apellido bastante tradicional dentro de mi partido, dentro de la política y podría haberme metido en el camino usual en que se meten todos los políticos. Pero eso no ayuda a la sociedad, lo que hay que hacer es entrar por otro lado. Es obviamente mucho más duro, implica que te quedes afuera de toda la rosca habida y por haber. Pero es interesante: debo haber gastado unos 8 millones de pesos en mi campaña y un sólo cartel del oficialismo –como también de (Juan) Monteverde o de otro– sale  20 millones de pesos. ¿Te das cuenta de lo que estamos hablando?

—Cuando hablás de tu partido, ¿te referís a la UCR (Unión Cívica Radical)? 

—Soy radical, pero hoy no pertenezco al partido porque no me interesa pertenecer, porque entiendo que está cooptado por el narcotráfico, por la mafia. Respecto a la posibilidad de ingresar en el Concejo, quiero entrar con las manos limpias para pedir desde un pedido de informe o para hacer un quilombo que no podría hacer si a mí me metió Javkin en la lista, o me metió Pullaro. O como el caso de un peronista, imaginate que a Monteverde lo metió Traferri, ¿qué autoridad va a tener Monteverde para cuestionarlo a Traferri?

—En ese Concejo el Ejecutivo tiene mayoría, sacan todo. 

—La primera división es el Senado en la provincia. Ahí se roba de lo lindo. Cada senador tiene 250 millones por mes. Ahí tienen subsidios, tienen para empleados, es un desastre. Esa es la primera división, las inferiores son los concejos municipales, es lo mismo, pero con menos recursos. Entrar ahí con libertad significa que vos puedas preguntar por los recursos, ¿a dónde fueron, a quién se los dieron, por qué, de dónde salieron? Cosas que no puede hacer ningún otro. Yo soy abogado y sé cómo hacerlo. Cuando no te responden los pedidos de informes, los concejales me hacen reír porque te dicen «no me contestaron» ¿Y qué hiciste? ¿Pediste un pronto despacho? ¿Hiciste una denuncia penal? Se hacen todos los tontos. Son todos socios, de todos los partidos, es todo lo mismo.

—¿Y qué proyectos tenés para la legislatura?

—Yo tengo como mil proyectos, los publico en mi página web, pero nos quedamos discutiendo proyectos. La verdad es que en la actualidad de la política de hoy el que te dice  «yo tengo un proyecto» te está mintiendo. A lo mejor lo hace ingenuamente, pero te está mintiendo porque un concejal no puede cambiar absolutamente nada. Todo lo decide el Ejecutivo, que es una escribanía. Lo que tenemos que empezar a hacer es ver adónde va la plata. Los proyectos están, pero hay 900 millones de dólares que gasta la ciudad, lo mismo que gasta Zaragoza, una ciudad turística europea…

—¿Cuál es tu evaluación de la gestión de Javkin?

—Es la peor gestión que ha tenido la ciudad. Una persona que ha defraudado en todo y a todos, una gestión que no ha hecho absolutamente nada y que ha continuado con una caída que viene teniendo nuestra ciudad desde hace muchos años. Yo tengo 50 años, yo vi otra ciudad. Teníamos otra ciudad, competíamos permanentemente con Córdoba por cuál era la segunda ciudad del país. Se decía que «era la mejor ciudad para vivir», «la Barcelona Argentina». Tuvimos un intendente como (Horacio) Usandizaga, que podés ser de la contra pero fue una gran gestión, ordenada, una gestión que se puso los pantalones. Y después lo que hicieron fue transformar a la ciudad, a la Municipalidad en un mecanismo para que sigan siempre los mismos en el poder. Un mecanismo clientelar, donde la plata va para las campañas y lo importante es que se queden los que están. Y de hecho, desde el año 89 están siempre los mismos. Después, las críticas ya pasan a ser más graves porque esta gente –sobre todo el gobernador–, ya se han pasado la línea, ya se van a una corrupción que tiene que ver con el narcotráfico. Y eso nos ha llevado no sólo a una ciudad sucia, negligente, con pobreza, sino a una ciudad que se transformó en el mundo en un ícono de la violencia.

—Rosario famosa por su criminalidad…

—Esto es literal. Hay documentales que he visto en Europa donde hablan del caso Rosario. ¿Qué pasó?, pasó esta gente, a la que todavía hoy tenemos gobernando.

Y la Justicia, ¿por qué no lo investigó? Cada vez que la Justicia quiso investigar, le cortaron la cabeza al fiscal que se quiso hacer el rebelde. Nos transformaron en una narcociudad. ¿Cuántos funcionarios del socialismo fueron, no te digo presos, investigados? Sacá a los policías, porque policías hay, pero decime un funcionario político del socialismo que haya sido investigado. Si somos una pulcritud total, ¿por qué tenemos una corrupción total en la Policía? Te digo un funcionario que no es del socialismo y que fue investigado: (Marcelo) Sain. Justamente, Sain no tendría que haber sido investigado porque fue el único que investigó. Y terminó siendo el investigado, denunciado y hoy acarrea una causa penal. El tipo que quiso investigar, primero lo tumbaron con una llamada diciendo que los santafesinos dormían la siesta. Y los santafesinos compramos, ojo. Compramos porque «mirá lo que nos dice». Sí, pero el tipo estaba investigando al poder, estaba investigando a Traferri, estaba investigando a la política. Y lo tumbaron. Decime un sólo político socialista o radical investigado en los últimos 40 años…

—Solo recuerdo el escándalo de la Mac de Medina

—La máquina de Medina que se la llevaron y nunca investigaron nada. No hubo ni una investigación. Le robaron la computadora a un narco muerto, con toda la Policía y la Justicia alrededor, le entraron en la computadora, se comprobó que le habían borrado cosas, lo habían manipulado, y después la devolvieron a la Justicia. Y no hubo una investigación. Entonces la situación es muy grave. Y eso explica la violencia.

—Ya estamos hablando de la gestión provincial

Es que si querés un poco de historia, el problema arranca cuando (Hermes) Binner llega a la Provincia. Ellos siempre se habían manejado usando la plata del dinero de la ciudad de Rosario para hacer campaña. Binner cuando llega a la provincia quiere ser presidente, entonces necesita mucha plata, no le alcanzaba ni la de la ciudad ni la de la provincia. Y empiezan a agarrar plata del narcotráfico. El jefe de Policía de Binner y de (Antonio) Bonfatti, (Hugo) Tognoli, terminó preso por proteger al narcotráfico. ¿Y qué dice Tognoli?, le dice a la jueza federal (Laura) Cosidoy que él agarraba la plata para su jefe. ¿Y quién era su jefe?, el Gobernador. Todo lo que digo tiene sustento informativo, no invento nada. Estos temas siempre empeoran, esto es una mexicanización, le llamo yo. ¿Qué pasa?, con el tiempo, cuando Pullaro es ministro de Seguridad, el tema cambia: la Policía ya no es la que cobra la coima. ¿Qué hace la Policía?, se queda con el negocio. Este es el caso de Alejandro Druetta, era un policía que fue la mano derecha de Pullaro durante diez años y lo condenan. ¿Por qué?, porque era el jefe de una asociación de policías que no cobraban coima, sino que tenían el negocio ellos, tenían sus propios vendedores, vendían en el centro, en toda la ciudad. Acá hay gente que no puede explicar la plata que tiene. Y se hacen negocios de todos los colores.

Publicado en el semanario El Eslabón del 31/05/25

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