Luciérnagas

“Intento de femicidio en Rosario”, anuncia el noticiero del mediodía. Los grupos de Whatsapp en llamas, decenas de mensajes por leer. Hoy es martes 3 de junio y lo saben muy bien las cuerpas organizadas en la asamblea lesbotransfeminista, cada lunes nos encontramos en La Toma para discutir, crear, planificar acciones políticas por un mundo feminista, el que queremos para nosotras, para ustedes, para todxs. Los consensos tienen lugar en los encuentros presenciales en los que rondan las voces, algunas son suavecitas, otras ásperas, casi estridentes. Las hay agudas, que se mezclan con tonos graves, pero todas tienen el mismo valor y están en el aire la misma cantidad de tiempo. Dos son los minutos tomados en el cronómetro del celular ayudado por un dedo que dibuja círculos para que las voces sepan cuándo tienen que ceder el espacio a la otra.

Los consensos dan forma a la convocatoria, la marcha debe ser corta pero contundente, el documento tiene que poder dar cuenta de la memoria de nuestras luchas, de todos los derechos conseguidos en la calle y, en buena parte, materializados por un gobierno que nos escuchó y pudo ser parte del camino hacia la búsqueda de una ciudadanía plena. No fue sin escollos, interrupciones y baches en el trayecto, pero estaban los cimientos y el material para fortalecer la ruta hacia lo posible. Tampoco hicieron magia, fuimos nosotras quienes hicimos temblar la tierra y empujamos las puertas hasta que se levantaran áreas, secretarías, ministerios. Nosotras, organizadas política y socialmente, hilvanamos las palabras que se convirtieron en insumos para las leyes que dieron cuerpo a los programas necesarios para viabilizar nuestra vida, nuestras existencias. 

Hoy, diez años después del estallido colectivo de Ni Una Menos. Vivas, Libres y Desendeudadas Nos Queremos, continuamos unidas, organizadas contra la violencia de un gobierno que llegó al poder situándonos como enemigas a eliminar. Con discursos heteropatriarcales que alientan y reivindican la dictadura civil, eclesiástica y militar. Trajeron consigo otro de los mayores endeudamientos para continuar con el plan económico de Martínez de Hoz; planificación de la miseria, pérdida de soberanía y desmantelamiento de todas las áreas sustantivas, como lo son las secretarías, ministerios que acercaban herramientas hacia la construcción de ciudadanías plenas.

La asamblea está de pie, las voces inquietas quieren inundar la ciudad en un sólo grito. La bandera de 50 metros con los 2.827 nombres de las compañeras asesinadas en contextos de femicidio en estos diez años, se extiende en uno de los laterales de la plaza de las Madres. Ellas nos enseñaron que la única lucha que se pierde es la que se abandona. Y que por eso no tenemos que dar ni un paso atrás, porque resistir es vencer.

La barredora abre la cabecera de diez cuadras de cuerpas, cuerpos, cuerpitos unidxs y organizados en banderas de todos los colores. Las voces se alzan y entonan: “Milei no es gato, ni animal, es un facista machirulo y criminal”. “Ya vas a ver, las pibas que vos mataste van a volver. Y, sí, mujer, la lucha va a ser de todas o no va ser”. La calle Santa Fe estallada de furia, hartazgo y denuncia a los gobiernos locales que se van convirtiendo en alumnos adelantados del gobierno central, cruel y violento, que en sus ratos libres visita a genocidas.

La gobernación está a oscuras, parece que somos “invitadas no gratas”. Pero nosotras, nosotrxs, entendemos que desde la resistencia a la victoria inmediatamente abrimos colectivamente las linternas de los celulares. Ahora somos luciérnagas que iluminan las calles, la plaza y las escalinatas de la casa de un gobierno que nos da la espalda. Un volcán de voces enuncian la proclama de un movimiento que es mar, es marea y es tsunami porque nuestras vidas importan, son valiosas, y tenemos derecho a vivirlas sin violencias políticas, económicas, sociales, de género, sexuales, ambientales, psicológicas, mediáticas, físicas. Las luciérnagas desconcentran, el reloj marca las ocho de una tarde teñida de noche. Los medios de comunicación anuncian un nuevo lesbicidio: “Policía mata a la novia de su ex pareja y se atrinchera en la puerta de un gimnasio”.

El 14 de junio, a las diez de la mañana, en la Facultad de Ciencias Médicas, la Asamblea Lesbotransfeminista organiza una nueva jornada de encuentro por la reforma de la Constitución de Santa Fe con perspectiva de género, derechos humanos y justicia social. Te invitamos a elaborar propuestas concretas y articuladas junto al movimiento feminista de toda la provincia. Porque nuestras vidas son valiosas y tenemos derecho a vivirlas sin violencias.

*Militante feminista, integrante de Hijos Rosario.

Foto: Cristian Maiola

Publicado en el semanario El Eslabón del 07/06/25

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