Noviembre nace de noche

Yo no sé, no. Manuel nos dijo que conoció a uno que le contó que había visto dónde nacía el arroyo Saladillo, que al principio es de agua dulce pero cuando llega al Puente Gallego ya es salado. José contaba que había una leyenda, en la cual creía, que hablaba de unos peces que venían desde el nacimiento del río y que eran más bravos que el dorado, conocido como el Tigre del Paraná, y que a la altura de San Javier pegaban la vuelta. Para José eran peces brasileños que le tenían miedo a las bajas temperaturas del agua. Tiguín decía que el comienzo de todo había sido a través de una gran explosión y una serie de truenos, como si fuera un gran motor carburando. Raúl decía que todo había comenzado de un gran gajo, lo decía sosteniendo uno de la última mandarina de la temporada, y agregaba que luego los gajos se unieron dando lugar a los redondos planetas y agregaba, mirando la pelota: “Lo que es un misterio es quién los coció”.

Carlos, una tarde, saltó por la ventana huyendo de la siesta obligatoria y ya en el medio de la calle nos dijo: “Primero hubo una gran ventana y de allí salieron los planetas dando nacimiento al universo”. Graciela y la Mónica decían que “todo comenzó con un gran soplido como éste”, mientras soplaban un cardo con los panaderos listos para el viaje. Pedro siempre se preguntaba dónde nacería ese primer sendero que era transitado por los quinteros, los pibes que iban a la escuela y las bicis de los que iban a laburar. 

A la mañana del jueves vimos cómo con el sol nacía el día. A la tarde, mientras el sol se escondía tras las montañitas de la Vía Honda vimos a un pibe, quizás en la última jugada, pegarle con toda su fuerza a una pelo para luego gritar ¡goool!. Juancalito dijo: “Capaz que acaba de nacer un goleador”. Al rato, la oscuridad ocultó el sendero y casi todo, hasta que con la luz de la luna todo se volvió visible. Estábamos tentados a encarar el sendero mientras nacía la noche para nosotros. Manuel, al rato, preguntó la hora y cuando le dijimos que eran las cero y un minuto, dijo: “¿Saben qué?, noviembre nace de noche”.

Publicado en el semanario El Eslabón del 02/11/24

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