EscucharRadio online
FacebookTwitterYouTubeInstagram
Información General

Sin pizza ni champagne y con el colchón vencido

Juan Valerdi, economista y ex asesor del Banco Central, considera que el protagonismo del ministro Caputo marca una urgencia de dólar planchado. A diferencia de los 90, no alcanza ni para un veranito o rebote de gato muerto.

fecha 2 de Junio, 2025

Juan Valerdi, economista y ex asesor del Banco Central, considera que el protagonismo del ministro Luis Toto Caputo en los últimos días marca una urgencia de dólar planchado que a diferencia de los años 90, no alcanza ni para un veranito o rebote de gato muerto.

Las medidas de corte neoliberal con apertura de importaciones y dólar forzado a la baja del gobierno libertario hicieron rememorar, a muchos de los que peinan canas, a aquellos años 90 cuando en pleno menemato costaba casi lo mismo un champagne importado de Francia que una cerveza Quilmes. Sectores populares comían, entonces, pizza con champán. Pero por más coincidencias que existan con el pasado ultraliberal, además de la confesa admiración de Javier Milei por Carlos Menem, según el economista y profesor de Macroeconomía en la Universidad de La Plata y ex asesor del BCRA y la AFIP, Juan Valerdi, quizás corra el espumante pero sólo en pequeños grupos de ganadores de una cerrada élite que está más cerca del caviar que de la muzzarella. El resto seguirá mirando desde afuera. En cuanto a lo que hay debajo de algunos colchones, sólo queda pelusa. 

¿A quién le está hablando el ministro de Economía Luis Toto Caputo cuando habla de sacar los dólares de abajo del colchón? 

Bueno, primero, cuando tira números y te dice que son 200 mil millones de dólares, está claro que no le está hablando a los que realmente lo tienen en el colchón, ni siquiera a los que lo tienen en la caja de seguridad. Le está hablando a los que lo tienen afuera de la Argentina, pero obviamente lo disimula. Y cuando dice 200 mil, tiene que ver con un cálculo conservador que ha hecho siempre el Banco Central, más lo que hubo en el blanqueo del macrismo. Entonces, le está hablando a esa gente, pero al mismo tiempo no le puede hablar frontalmente a los narcotraficantes o a los que lavan dinero de actividades ilegales diversas, pero lo está haciendo de alguna manera cuando dicen la AFIP, la unidad antilavado, la CNV (Comisión Nacional de Valores), el Banco Central, no van a andar preguntando mucho y molestando como siempre. 

Ese “como siempre”, en realidad es relativo porque estos organismos no han sido tan violentos respecto de controlar que no haya canales comunicantes entre las actividades ilegales, la evasión y los sectores formales, por ejemplo, de los grandes bancos. Sin embargo, lo que hacen las últimas medidas de Caputo, es bajarle el costo a quienes tienen actividades ilegales o a quienes tienen dinero producto de la evasión para entrar en los sistemas formales y hacer negocios, tanto financieros como de tipo turístico, gastronómico, loteos, edificios de pozos, todo lo que ya conocemos, pero ahora con costos mucho más bajos de disimulo. Como en el mundo, se ha acabado la etapa del disimulo y el lavado de dinero en Estados Unidos ya no necesita las Islas del Caribe para disimular de dónde vienen los fondos y dónde van a parar. Lo mismo están intentando estos muchachos a nivel micro local, que no quiere decir que quieran instalar una guarida fiscal, que les encantaría, sino que lo que quieren es, aunque sea para los que ya están en la Argentina, hacer mucho más fácil la fluidez entre lo blanco, lo negro, lo gris y demás. Así que a esos les está hablando realmente Caputo cuando dice que está desmantelando los controles de la AFIP, la UIF, el Banco Central y demás. 

Esta medida habla también de la necesidad de dólares y de mantener a rajatabla lo más que se pueda estable la divisa estadounidense. Y muchos recuerdan el menemismo y el 1 a 1, esto es parecido en algún punto, y como entonces, parece que será difícil salir de este corset forzoso sin un golpazo.

Bueno, tal cual. El tipo de cambio actual del dólar, que el gobierno está usando como un ancla para hacer de cuenta que lo tiene bajo control y para de alguna manera también controlar la inflación aunque obviamente una inflación del 2 y pico o 3 y pico por ciento, dado el nivel de salarios y el nivel de evolución de esos salarios y jubilaciones es catastrófico, pero ese dólar artificial, evidentemente, para sostenerlo, hay que tener un montón de dólares que en el caso del menemismo venía de las privatizaciones, del endeudamiento, de distintos organismos internacionales porque la Argentina era la niña bonita del mundo neoliberal. Pero en el caso actual, los dólares no vienen del endeudamiento porque el endeudamiento privado está cerrado, por ahora. Sí han venido del FMI y del blanqueo del año pasado. Pero eso se va consumiendo rápidamente porque el carry trade, entre otras cosas, lo que hace es chupar dólares cada vez que va ganando plata. Cuando gana plata, la gana en dólares, no la gana en pesos, mientras la tenga en pesos es sólo una ganancia potencial.

Al mismo tiempo, vemos que el turismo argentino hacia el exterior está creciendo fuertemente, obviamente de clase media alta y alta, porque el diferencial de precios que hay es muy grande, igual que pasaba con la convertibilidad. Y al mismo tiempo las importaciones empiezan a inundar de cosas incluso ridículas como frutas, verduras y algunos enlatados de comestibles que vienen incluso de China. Porque el nivel de dólares, el nivel de cotización del dólar, es delirantemente artificial y bajo.

Entonces, eso también se va consumiendo en la medida que importás y en la medida que tus exportaciones empiezan a dibujar las exportaciones y sub facturarlas o liquidarlas y demás. Así que evidentemente, ese combo hace que se necesiten dólares permanentemente para alimentar esta bestia del sistema artificial que es difícil que se salga por las buenas. Cuando se salga de esto va a ser chocándola.

A partir de la importación de todo tipo de productos, aquella famosa frase que definían los años 90 de pizza con champán y que duró un tiempo, ¿podría repetirse? 

Foto: Bernardino Ávila

No en este caso, en este modelo que plantean Caputo y Milei yo creo que no va a tener la fuerza suficiente, porque como al mismo tiempo están destruyendo tan rápidamente el sistema productivo y generando una timba financiera alevosa, es muy difícil que pueda repartir un poco más los beneficios de esa situación artificial. Es mucho más acotada e incluso muy probablemente sea más corta en el tiempo, salvo que para este gobierno haya algún tipo de milagro. Y no tiene una perspectiva de diez años por delante como tuvo en su momento la convertibilidad. O sea, si trae pizza con champán será para un pequeño grupo, sólo un par de miles de argentinos. 

Muchos analistas y también algunos dirigentes consideran que el horizonte del plan es electoral, y que luego de octubre comenzaría otra vez el tembladeral y el gobierno necesitaría otros salvavidas. ¿Lo ves así? ¿Cómo lo pensás en un futuro corto? 

Lo que pasa es que las elecciones le van a poner un alerta a los que están relacionados con la timba financiera y con el carry trade como también hubo una alerta a fines de marzo y principios de abril pasados, que desembocó en que se apurara la cuestión del FMI. Esa alerta tiene que ver en cómo le va al gobierno en las elecciones, porque si le va muy bien puede hacer algunas reformas que pueden ser explosivas a nivel social y obviamente los grandes jugadores del carry trade prefieren estar afuera cuando hay disturbios sociales en el lugar donde están timbeando. Y si le va muy mal al gobierno, peor todavía para las perspectivas del carry trade. Por lo tanto, en ambos casos, creo que para las elecciones va a haber una salida temporaria para mirar desde afuera lo que pasa con este gobierno, qué tan sostenible es y qué tanto tiempo más va a haber joda de timba financiera, eso le va a meter presión obviamente al dólar para esa época.

De cara a esa elección hoy se ve una oposición muy desarmada. Pareciera que también además de una economía depresiva, en lo social hay cierta confusión, desilusión, apatía, como que cada uno con lo suyo y no hay posibilidades concretas de frenar este proceso.

Hay una sociedad y un reflejo en su clase política. Me parece que lo que está de moda es una especie de nihilismo, es decir “nada tiene sentido”, “vamos hacia donde cada uno pueda”, o quiera, para un “sálvese quien pueda” individual, especialmente con las posiciones más débiles, los que por un cargo son capaces de votar algo en contra de los que ellos mismos plantearon o votar cosas que son absolutamente suicidas desde el punto de vista de la clase política o de la sociedad. Así que la clase política es un reflejo de una sociedad que está bastante descreída, tanto de la política como de las cosas cotidianas que le dan un sentido de plantarse y luchar. En el sindicalismo, en los movimientos sociales y demás tienen muchas dificultades para que la gente abrace alguna causa que no sea la del sálvese quien pueda individual.

Publicado en el semanario El Eslabón del 31/05/25

¡Sumate y ampliá el arco informativo! Por 6000 pesos por mes recibí todos los días info destacada de Redacción Rosario por correo electrónico, y los sábados, en tu casa, el semanario El Eslabón. Para suscribirte, contactanos por Whatsapp.

Redacción Rosario es un diario digital producido por la Cooperativa de Trabajo La Masa, integrada por profesionales con reconocida trayectoria en medios de la región que nos agrupamos con el objetivo de producir este y otros espacios periodísticos, como el semanario El Eslabón y el programa de radio Noticias Piratas, a la vez que desarrollamos un amplio abanico de servicios de comunicación.

Últimas noticias

LA FOTO DE LOS PIBES Y MALCORRA
Información General3/6/2025

LA FOTO DE LOS PIBES Y MALCORRA

Tras la caída de la tiranía de Eduardo J. López en Newell’s, los profes que tomaron la posta en el predio Malvinas tenían por delante la compleja tarea de devolverle a ese espacio, del que...